No me gusta creer en mentiras

Yo se que no me quieres, yo se que nunca estaré en tus pensamientos, pero tengo algo de esperanza. Siempre me han dicho que es lo último que muere y cuando muere, también mueres tú. Por eso, con esta pequeña ilusión que me queda, te escribo estas palabras que salen lentamente de las heridas que me he ocasionado en secreto, porque tú no tienes la culpa de que yo te quiera, no. Es mía por quererte como lo hago. Es culpa de este corazón y de esta mente débil que se dejaron influenciar por tus encantos es un simple deseo idiota, egoísta, porque las cosas realmente no son , por esa pequeña agridulce felicidad que puedo llegar a sentir en ocasiones cuando corro lejos de esta prisión llena de espinas y clavos. ¿Sabes? Me gusta tu mirada cuando de repente se junta con la mía. Me gustan muchas cosas, pero el simple hecho de que me gusten no significa que las vaya a tener. La poseción mías, ni siquiera mi propia vida me pertenece: me puede ser arrebatada en un suspiro. Por eso, yo albergué el sueño de disfrutar tiempo de mi prestada existencia contigo. Yo se que quizás no compartas mi tonta quimera, que después de todo eso es, y nada más.
Aunque yo se que no me quieres, yo te quiero. Aunque yo se que no piensas en mi, yo lo hago. Rompe esta tonta ilusión, para poder descansar y romper el suelo, para ir al fondo de aquel abismo que me esta empezando a carcomer. Simples sentimientos tontos. Ya dime que no, no me gusta creer en mentiras . .